Ya
estás aquí, Navidad, otra vez nos miramos a los ojos. Llegas de
nuevo, sin consultar, sin pedir permiso... Vienes para los que te
ansían y acogen en su seno de felicidad, pero también para aquel
que se refugia en un portal, intranquilo, frío e insomne por el
rugir de su vientre; para quien sufre su luto, más o menos reciente,
y solo respira ausencias; para el enfermo que cierra los ojos
rogando esa paz que mitigue su dolor; para los padres que lloran por
no poder llenar su mesa, por no conseguir mantener su hogar; para los
desilusionados que vieron cómo sus esperanzas se ahogaban en cada
intento frustrado; para los solitarios que nadie abraza ni acaricia,
ni sienten el roce de una mano amiga; para quien ya no recuerda ni
quién fue; para aquellos a los que el rencor ha borrado cualquier
rastro de amor; para los que viven en guerra; para los que tuvieron
que dejar su patria, familia y recuerdos...
Las
cosas no andan muy bien por aquí y nos hace falta que este año, más
que nunca, traigas tu zurrones bien cargaditos de fuerzas para
soportar tantas desgracias; de gafas de colores que mitiguen la
profunda oscuridad; de mucha salud que erradique tantos indignos
sufrimientos; de perdones y afectos, caricias y abrazos; de botones
para apagar los bombardeos; de luces que calienten e iluminen; de
agua y alimentos para que nadie se duerma con sed ni tenga que morir
de hambre; de conquistas de derechos básicos, hogares y trabajos; de
principios y moral para que nadie pisotee, robe ni aplaste; de ilusiones para creer que podemos, esperanzas y sueños a los que agarrarnos en cada despertar...
Entiendo
que tú sola no puedas con todo, nos hacen falta demasiadas cosas,
pero comprende tú también a todos aquellos que no te sonríen, te
dan la espalda, ignoran tu presencia, critican tus luces de colores,
detestan la felicidad forzada que pareces promulgar y desconfían de
tu espíritu...
Acuérdate especialmente de quienes más sufren, Navidad...
¡Salud, paz y amor para todos!
Foto de Máximo Ciotta, bajo licencia de creative common http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/deed.es
¡Salud, paz y amor para todos!
Foto de Máximo Ciotta, bajo licencia de creative common http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/deed.es
Escribes muy bien, se nota que tienes un sentido distinto que todos nosotros!..
ResponderEliminarLa navidad es un gran momento de reflexionar, y este párrafo, simplemente genial!!
"Entiendo que tú sola no puedas con todo, nos hacen falta demasiadas cosas, pero comprende tú también a todos aquellos que no te sonríen, te dan la espalda, ignoran tu presencia, critican tus luces de colores, detestan la felicidad forzada que pareces promulgar y desconfían de tu espíritu..."
Generalmente se percibe esto en muchas familias, mi humilde opinión… intentar cambiar la percepción partiendo por uno, ver lo positivo y luchar por cómo quieres que tu vida sea.
Es una buena paradoja verse muerto, ¿Cómo sería mi funeral? ¿Cómo quiero que sea?
Muchas gracias por tu comentario, Julio, ¡qué bien que te gustara! Me alegra que la reflexión no haya pasado de largo... Estoy de acuerdo en que todos, con nuestro pensamiento positivo y cambio de actitud, podemos cambiar nuestras realidades, al menos el 40%...
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