¡Hola! Vuelvo a pasarme por este abandonado blog solo para compartir con vosotros el prefacio que tuve el honor de escribir para una novela muy muy especial para mí, Contra el cielo, de un gran autor y mejor persona, Salvador Robles. Salvador estará el próximo lunes 17 de octubre en Sevilla (aquí podéis ampliar la info sobre el acto) y me encantaría que, si podéis, vengáis a conocerlo.
Escribir este prefacio ha supuesto
un reto complicado para mí. ¿Cómo estar a la altura de la grandeza
de esta obra? ¿Cómo conseguir transmitir lo que su lectura supuso
en mi vida?
Contra el cielo es una novela
magistral en la que Salvador Robles
disecciona con habilidad el alma humana y nos
empuja a asomarnos a sus profundidades, a penetrar en la esencia del
sufrimiento, a empatizar con el terrible
desconsuelo de un padre que pierde a su hija en una explosión de un
coche en Villa del Norte
y que bien podría encarnar la aflicción de cualquier padre o madre
del mundo en unas circunstancias similares. Es una obra que nos
despierta y desasosiega planteándonos reflexiones trascendentes
sobre
la sinrazón del extremismo ideológico y el terrorismo que juegan
con la vida dejando tras de sí un horrible halo de muerte y dolor.
Es una historia que
llega muy adentro
del lector, que roza su conciencia, sus entrañas, una novela que en
algunas de sus partes duele y provoca más de un suspiro auténtico,
que deja poso y se queda anclada en nuestros recuerdos.
Pero no quisiera dar una falsa
imagen del cariz
de Contra el
cielo, pues lejos de ser una
lectura negativa, a pesar de las circunstancias trágicas que viven
sus protagonistas, Salvador ha conseguido introducir un mensaje
nítido de optimismo,
una luz refulgente,
abordando de una manera ejemplar algunos temas fundamentales: el
amor, protagonista absoluto, ese sentimiento único que
cimenta la vida, que
aporta las bases necesarias para no tambalearnos, que siembra
esperanza donde todo podría darse por perdido… (Sin amor
no se puede vivir, Rubén); la
lucha por el honor, una batalla extrema que enfrenta al protagonista,
a ese padre en el que podemos ver a todos los padres del mundo
azotados por la crueldad de un dolor tan injusto como infinito, a
defender con coraje la verdad, la verdad de Ainara;
la
esperanza, tan útil, tan necesaria, tan valiosa...; la
degradación moral de la sociedad (pero ¿desde cuándo las
personas decentes tienen que demostrar que no son indecentes?); la
paz, tan vapuleadada
y maltratada como ansiada...
Y, cómo no, porque esa es la impronta de Salvador Robles, en mi
opinión, su huella más profunda, es esta una novela de valores, de
los más valiosos, de los más nobles, de los que dignifican al ser
humano y convierten a quienes los defienden y representan en héroes
admirables.
Requiere una mención especial el
estilo literario del autor, sencillo, limpio, depurado, sin excesivas
florituras, que en numerosos pasajes de esta novela, muchos de ellos
auténticas radiografías del
sufrimiento, llega a fundir la prosa con la poesía en descripciones
de gran
intensidad que
llevarán al lector a reducir el ritmo de lectura, o incluso a
detenerla, para ser más consciente de lo que Salvador le presenta,
para mirar en su interior, para reflexionar, para, al fin y al cabo,
parafraseando a Kafka, experimentar la ruptura de ese mar helado que
todos llevamos dentro. Ha escrito Salvador una obra para degustar con
calma, leer, releer, subrayar…, para encontrar en cada personaje
que aparece, en cada diálogo, en cada pensamiento entrecomillado una
reflexión certera
y de enorme calado sobre
la naturaleza humana.
Decía Carl Sagan que «un
libro es la prueba de que los seres humanos son capaces de hacer
magia».
Bendita magia la que hacen autores como Salvador Robles que, sin que
necesitemos movernos del lugar de la lectura, consiguen que
conozcamos múltiples dimensiones del ser humano y con ello se
derrumben barreras de nuestra mente, prejuicios, se amplíen nuestros
horizontes y nos hagamos más sabios, más libres, más auténticos;
en definitiva, mejores. Gracias, Salvador, por aportarnos tanto con
la riqueza de tu literatura.
Si Sevilla no te viene bien, habrá también presentaciones en Bilbao, Valencia y Pamplona. Más información en el perfil de Facebook del autor o en el de la editorial, mundopalabras.es. ¡Gracias por el interés y por ayudar con la difusión!